Viajar a Sudáfrica
Sudáfrica es un destino perfecto para el viajero que busca aventura y emociones fuertes, pero también para el amante de la naturaleza, de la historia e incluso de los buenos vinos. Porque viajar a Sudáfrica es encontrar un crisol de culturas en un entorno sencillamente épico repleto de vida.
Viajar a Sudáfrica es adentrase en un caleidoscopio de vida salvaje y diferentes culturas rodeado de hermosas playas, lagos, bosques y montañas, intercalados con dunas de arena, como en el desierto kalahari. ¡Un viaje que no olvidarás!
Viajar a Sudáfrica y emocionarse con la fauna
Los amantes del reino animal cuentan este destino entre sus favoritos y es que los Parques Nacionales sudafricanos son de los más afamados. Destaca entre todos el Parque Nacional Kruger, que no sólo es el hogar de los Big Five (león, elefante,cebra, búfalo y leopardo), sino también de hipopótamos, cebras, jirafas, guepardos y un largo etcétera.
Los que buscan emociones fuertes suelen viajar a Sudáfrica para ver de cerca al gran tiburón blanco. El buceo con tiburones se puede hacer en varios puntos del país, pero el más conocido es Gansbaai, “la capital mundial del tiburón blanco“, situada en Western Cape. Allí se puede realizar una inmersión en una jaula desde la que se observa muy de cerca a estos temidos depredadores que son atraídos a pocos metros de los ojos de los buceadores con pedazos de carne cruda.
También Sudáfrica es un destino ideal para el avistamiento de ballenas. De junio a noviembre, las ballenas francas australes se pueden ver fácilmente a lo largo de la costa sur del Cabo. El mejor lugar del mundo para el avistamiento de ballenas desde tierra es Hermanus, con vistas a la Bahía Walker, aunque existen también otros puntos buenos para verlas como la Bahía de Plettenberg, la Bahía de Algoa y la Costa Salvaje.
Sudáfrica tiene otros muchos atractivos. Ciudades como Johannesburgo o Ciudad del Cabo son de visita obligada, al igual que rincones como la Isla Robben, donde se puede visitar la cárcel donde estuvo preso Mandela o incluso su propia casa, ubicada en el barrio de Soweto.
Cuándo viajar a Sudáfrica
El clima de Sudáfrica tiene temperaturas suaves en el sur y en las zonas de montaña. En el noroeste es subtropical, con una humedad extrema, mientras que en la parte noroccidental es mucho más seco. En general, se puede visitar este país durante todo el año, pero es recomendable evitar diciembre y enero (verano allí) por las altas temperaturas.
Por tanto, nuestra recomendación es que si quieres disfrutar de una buena experiencia, la mejor época para viajar a Sudáfrica son los meses de abril y mayo o de septiembre a noviembre.
Qué ver
- El Parque Nacional Kruger, es un imprescindible en un viaje a Sudáfrica, a lo que hay que sumar un safari fotográfico por el corazón de este rincón natural.
- Ciudad del Cabo, un lujo poder disfrutar de esta ciudad también desde el aire y en helicóptero.
- Museo del Aparthied en Johannesburgo, un museo que impacta desde el mismo instante en que comienza su recorrido
- Los montes Drakensberg, una auténtica obra de arte natural.
- Table Mountain en Ciudad del Cabo, para disfrutar de una de las mejores vistas urbanas que te puedas imaginar.
- Robben Island, la cárcel en la que estuvo preso Nelson Mandela.
- Los grandes viñedos de los alrededores de Cape Town, dónde encontrarás varios pueblos que parecen sacados de un cuento.
- Blyde River Canyon, en la provincia de Mpumalanga
- El Cabo de Buena Esperanza.
- Las ballenas y los tiburones blancos.
- Betty`s Bay, en esta zona de playas y acantilados no puedes perderte la impresionante colonia de pingüinos africanos.
Gastronomía en Sudáfrica
Las especialidades autóctonas de Sudáfrica son fruto de la fusión de la cocina inglesa, asiática y africana, principalmente, aunque en este país se come prácticamente de todo. La carne es de muy buena calidad y, entre otros, los platos más típicos de la gastronomía sudafricana son: sosaties, potjiekos, braai, bbotie o bobotie, biltong, bedies o bredie, boerewors, poetoepap o pap o peri-peri.
El vino es otro de los fuertes del país, de hecho cuenta con exclusivas rutas de viñedos que hacen las delicias de los aficionados a la enología. Es el caso de pueblos como Franshhoek, Stellenbosh, Paarl y Constantia, ubicados en los campos Viñedos del Cabo. Allí se ubican bodegas de reputación internacional que ofrecen catas y todo tipo de degustaciones aplicando diferentes maridajes: vinos con chocolates, con quesos, con aceites y hasta vinos con ostras.