Viajar a Alemania
Motor económico de Europa y un referente cultural, Alemania ofrece a los viajeros un experiencia de lo más enriquecedora. Todo cabe en Alemania, desde la cosmopolita Berlín, a los entrañables pueblos con casas de madera de la Selva Negra.
Conoce sus arraigadas costumbres gastronómicas en los pueblos que bordean las orillas del río Rin y deslúmbrate con la majestuosidad de los castillos, palacios y templos de sus principales ciudades.
Antes de coger el avión a Alemania
Alemania es un país de Europa Central que limite al norte con el mar del Norte, Dinamarca y el mar Báltico, al este con Polonia y República Checa, al sur con Austria y Suiza y al oeste con Francia, Luxemburgo, Bélgica y los Países Bajos.
Berlín es la capital de este país que cuenta con casi 83 millones de habitantes y que hablan alemán, el idioma oficial de Alemania y uno de los 23 idiomas oficiales de la Unión Europea. Desde 2002 el Euro (EUR) es la moneda oficial de los alemanes, anteriormente era el marco alemán (DEM).
Cuándo viajar a Alemania
El clima en Alemania se puede caracterizar por temperaturas poco variables entre las diferentes estaciones y lluvias todo el año. Por lo tanto, la mejor época para viajar a Alemania es en verano, es decir, los meses de julio y agosto cuando las fiestas de todo tipo se suceden. También es buena idea viajar en los meses de primavera, -de abril a junio-, u otoño – septiembre y octubre- cuando florecen los parques o las hojas de los árboles se tiñen de colores cálidos. Los meses de noviembre a marzo son una buena temporada para viajar a Alemania, si quieres disfrutar de sus pistas de esquí.
Qué ver
Muro de Berlín: pocas cosas conmovieron al mundo por completo como la caída del Muro de Berlín en 1989. Actualmente, queda poco de lo que fue el muro pero su legado sigue presente en lugares como Checkpoint Charlie, el Gedenkstätte Berliner Mauer y la East Side Gallery.
Oktoberfest: esta famosa fiesta de la cerveza se celebra todos los años en Múnich durante la segunda quincena de septiembre en un ambiente tradicional, donde la música y los trajes típicos inundan la carpa.
Schloss Neuschawanstein: este castillo encargado por el monarca Luis II de Baviera en el s. XIX, se alza sobre los bosques alpinos como si lo hubieran sacado de un cuento. Además, se rumorea que este castillo fue el que inspiró al famoso castillo de Disneylandia.
Selva Negra: este lugar de extrema belleza se encuentra al suroeste de Alemania. Pueblos con casas de madera, relojes de cuco gigantes, cascadas y lagos entre senderos repletos de árboles son los principales encantos de esta zona de Alemania.
Pueblos a las orillas del Rin: los pueblos que bordean las orillas del río Rin rodeados de prados verdes y viñedos bien merecen una visita durante tu viaje.
Dresde: esta preciosa ciudad fue reconstruida tras la II Guerra Mundial para resurgir con más fuerza. Pasear por sus calles, visitar los palacios a orillas del Elba y el Museo de Historia Militar son algunos de los imprescindibles de tu visita a Dresde.
Heidelberg: visita la preciosa ciudad universitaria más antigua de Alemania.
Catedral de Colonia: es un templo católico de estilo gótico construido entre 1248 y 1880 situado justo en el centro de la ciudad de Colonia, y el símbolo más representativo de ésta.
Hamburgo: esta ciudad a orillas del Elba tiene un magnífico puerto y muchos barrios que explorar repletos de restaurantes y tiendas. Si te va la marcha, en esta ciudad se encuentran algunas de las mejores discotecas europeas.
Núremberg: la capital de los juguetes esconde un montón de tesoros para todos los niños. Aprovecha tu visita para probar la cerveza local, cerveza negra servida en jarras de un litro y acompañadas por salchichas alemanas tostadas a la parrilla.